GRANDES RELATORES DE NUESTRO FÚTBOL: “PERÍFRASIS”

En esta, la primera entrega de la serie Radio para Leer, CINE BRAILLE pretende hacer justicia con un gran relator olvidado de nuestro fútbol, el rosarino “Perífrasis” (Osvel Edgardo Anzorena), legendaria figura de, entre otras, LT3 Radio Cerealista de Rosario, CX 16 Radio Carve de Montevideo, LR5 Radio Excelsior de Buenos Aires y LV6 Radio Nihuil de Mendoza. El que sigue es un ejemplo de su meticuloso estilo de relato, caracterizado por la frase exacta, medida, modelada con paciencia de orfebre y, la verdad, un poco pesada. Con ustedes, “Perífrasis”.    

Señoras, señores, el minutero marca dieciséis minutos pasadas las diecisiete horas de este domingo, tercer día del mes de marzo. En el porteño coliseo huracanense, donde hace las veces de local, el equipo de Argentinos Juniors iguala con el de Independiente sin abrir el marcador. Van doce minutos del primer lance, y el encuentro está detenido mientras el cuerpo médico del elenco visitante atiende al arquero rojo, el experiente oriental Gershwin Silva. Los ágiles beben agua provista por los asistentes, a fin de mejor sobrellevar el calor que el estío derrama sobre el verde césped. El encargado de impartir justicia, el mendocino Adalberto Hugo Suárez, hace señas de que va a reanudar la lid. Bovone, unos consejos comerciales (...).

Gershwin Silva efectúa el saque de arco con un violento remate que impulsa la globa más allá de la línea ecuatorial del terreno. El balón queda en poder de Ocampo. Avanza la joven promesa de los diablos de Avellaneda y el infierno amenaza con ser el inexorable destino de los bichitos colorados de La Paternal. Ocampo para Messutti, éste, de espaldas a la meta, entrega a Castillo. Intercepta el pase el defensa local Pedro Simón; impasable, impasable, esta tarde, el capitán de Argentinos, un verdadero mariscal del área. Marca de atrás Castillo... falta del piloto rojo. Fue con mucho ímpetu el muchacho de Wheelwright, en nuestra provincia de Santa Fe. Hay amonestación para el delantero. Caramelo de limón. Ya estamos con el placard de los resultados de anoche en el esforzado mundo del viril deporte de los puños. Bovone: (...).

Hasta ahora, sólo se ha abierto el marcador en el Monumental Antonio Vespucio Liberti, donde el equipo laureado con el título de campeón al cabo de la pasada temporada, River Plate, supera al de Estudiantes de la Plata por dos a cero, con dos tantos marcados por el romperredes Mario Daniel Lusich. Les recuerdo que, ayer sábado por la noche, Rosario Central derrotó a Boca Juniors, en su reducto junto al caudaloso río consorte de Ramona Galarza, por un tanto contra ninguno señalado por el representativo de la entidad de la Ribera. Ya se reanudó el juego. El útil es cedido por el trasandino Garrido al capitán Simón. Éste se la alcanza a domicilio al lateral volante izquierdo Ángel Hugo Damico. El cuasi impúber defensor de los colores de la institución de La Paternal , genuino producto del trabajo de las divisiones inferiores del maestro Ernesto Pardo, supera la valla que representa la marca de Ocampo y efectúa un largo pase a Bianchini. El habilidoso delantero recibe el esférico sobre el lateral siniestro del campo de juego. Amaga, tira el centro, atención que ingresa a las espaldas de Foglia el Gallego Luna. Cabeceó Luna... ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol de Argentinos Juniors! ¡Gol! El bahiense Osmar Alberto Luna, con un portentoso, violentísimo golpe de cabeza dado con el parietal izquierdo, impulsa el fútbol y lo hace anidar en las redes de la valla visitante, haciendo estéril, inocuo, vano, el esfuerzo del portero trasplatino Silva, por evitar que el testazo de Luna indique que, en el Tomás Ducó, Argentinos Juniors supera a Independiente de Avellaneda por una anotación contra ninguna de su adversario bonaerense. ¡Pero qué notable rito sacrificial hebdomadario a los dioses del balompié! ¡Osmar Alberto Luna, casaca número nueve, eleva sus ojos al Olimpo del fútbol y dice "ésta es mi ofrenda"! ¡Larga vida al fútbol! ¡Ave fútbol!

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